Un hombre acudió a un psiquiatra y le dijo que todas las noches se le aparecía un dragón con doce patas y tres cabezas, que vivía en una tremenda tensión nerviosa, que no podía conciliar el sueño, y que se encontraba al borde del colapso. Que incluso había pensado en suicidarse.
– Creo que puedo ayudarle»-dijo el psiquiatra, pero debo advertirle que nos tomará algunos años y varios miles de dólares…..
-Tanto!!!, exclamó el enfermo: !!! Olvidelo!!!. Me iré a casa y me haré amigo del dragón.
Anthony de Mello