Ch 17/18 – Positivando 32 – Te mereces un regalo.

«Muchas veces, donde menos te lo esperas, la vida te sorprende que con un bonito regalo»

Empezamos la charla comentando esta frase cuya idea es fundamental para vivir desde la felicidad, estar alerta a esos pequeños regalos que nos va ofreciendo la vida.  Muchas veces la vida nos hace un regalo y no nos damos cuenta por no estar alerta, en ocasiones porque es un regalo que está ahí siempre y ya no le valoramos, otras sencillamente porque no nos molestamos en desenvolverlo.

Nuestra cabeza no puede pensar en algo negativo y algo positivo al mismo tiempo, centrarnos en lo positivo no dejará espacio para la negativo.  En el camino hacia el trabajo puedo cargar con el enfado de tener que ir a trabajar o puedo ir desenvolviendo los regalos con los que me cruzo (el salduo de un conocido, la sonrisa de un niño de la mano de su madre, las flores, las calles de nuestra ciudad…)  Según decidas una cosa u otra así será tu día, como siempre digo, tú eres quién tomará esa decisión y tú serás quién sufra o disfrute su día dependiendo de esa decisión.

También hablamos de las expectativas no cumplidas, hay personas que para evitar sentirse mal al no cumplirse sus expectativas lo que decide es evitar tenerlas.  Mi sugerencia es que disfrutemos creando expectativas, que pongamos de nuestra parte para que se cumplan, pero aprender a gestionar la frustación por que las cosas no salgan exactamente como nosotros queremos.

Surgió la idea de que si tenemos un mal día está en nosotros cambiarlo, porque cuando estamos en el tren de la negatividad todo lo que recibimos lo vemos desde ese prisma, date cuenta del tren en el que viajas y cambiate al tren en cuanto te des cuenta de que no estas en el adecuado para ser feliz.  Hay muchas herramientas que nos permitirán hacer ese cambio y practicandolas conseguiremos que nos resulte sencillo cambiarnos rápidamente a ese tren que nos hace sentirnos bien en nuestra vida.

Hasta aquí las ideas que surgieron de la frase de cabecera.

Después nos centramos en el positivando como tal.  ¿Nos hacemos regalos conscientes a nosotros mismos?

Estamos acostumbrados a dedicar tiempo en buscar regalos a nuestros amigos, pero no dedicamos tiempo a hacernos un regalo a nosotros mismos.  Pensando primero que nos merecemos un regalo, lo ideamos, nos ilusionamos al preparalo y lo disfrutamos al recibirlo.

La idea no es comprarnos caprichos (eso lo hacemos todos), sino HACERNOS un regalo a nosotros mismos (que para nada tiene que ser algo comercial y gastando dinero).  Las experiencias son los regalos que más tiempo perduran en nuestra memoria:  dedicar tiempo a organizarlo reforzará nuestro sistema de felicidad consciente.

Cuentos:

Rosalma

El racimo de uvas

El regalo

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